Este año, al igual que en el 2020, se nos presentan un montón de desafíos . El año pasado aprendimos a conectarnos de maneras distintas, aprendimos a usar herramientas distintas, aprendimos a estudiar desde la casa, aprendimos que la Escuela no tiene paredes ni techos, que no es la estructura solamente: la escuela es la comunidad enseñando y aprendiendo. Los papás, fueron nuestros mayores aliados, compartiendo de manera inédita, una tarea que siempre fue de las seños. Y todos juntos hicimos escuela. Aprendimos a cuidarnos, a usar barbijo, a estar distanciados, rituales de higiene. Un montón de cosas. Este año, a diferencia del año anterior, empezamos con algunos saberes ya incorporados. Algunas prácticas que en marzo del ciclo anterior sonaban extrañas, hoy ya son naturales. Y si hay algo que podemos valorar, es que este aprendizaje nos permitió lo que más deseábamos: volver a pisar la escuela, volver a ver a los compañeros, sentarnos en un aula, volver a recorrer el patio....